Como saborear un buen vino, probar un té premium es una alegría. Con unos simples pasos, puedes elevar tu experiencia de degustación de té. Con el tiempo, puedes seguir estos pasos para desarrollar tu paladar de té y apreciar los muchos matices que los tés de calidad tienen para ofrecer.
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Degustación de té: Presta atención a las hojas y la preparación
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La apariencia de las hojas de té te da una pista sobre la calidad del mismo. Las hojas llenas tienden a ser mejores que las hojas rotas.
El té blanco debe cubrirse con pelos finos y suaves. Muchos tés verdes japoneses deben ser verdes profundos (casi azulados). Los tés con más puntos tienden a ser más matizados y complejos que aquellos sin ellos y los tés frescos casi siempre tienen un color brillante.
Explora el uso de diferentes tiempos de preparación, temperaturas de elaboración, tipos de agua, relación agua y té, sin olvidar los tipos de té para encontrar la mejor combinación. Además, podrías usar el tiempo de cocción para reflexionar sobre tu día o relajarte.
Degustación de té: Mira a la preparación y las hojas
Mira el color y la opacidad del té preparado. Esto es parte de la belleza del té, y una de las razones por las que se recomienda usar una taza de té con un interior blanco o una taza de té clara.
Además, una infusión más oscura puede indicar un sabor más completo, y la turbidez o el 
sedimento pueden indicar un té de baja calidad, aunque hay excepciones a esto, especialmente con té verde japonés al vapor.
Mirar las hojas de té también te dirá mucho sobre el té en sí, especialmente en el caso de los Oolongs enrollados y otros tipos de tés.
Una inspección minuciosa puede indicarte si está hecho solo de yemas de té, solo hojas o una proporción específica de yemas y hojas. A veces, puedes ver con mayor claridad qué tan rotas están las hojas después de que se hayan preparado.
Degustación de té: Siente la fragancia del té
En la cultura china del té, el aroma y el regusto de un té son tan importantes como su sabor.
En Taiwán, se usan «tazas de aroma» especiales para saborear el aroma del té antes de sorberlo. Apreciar completamente el aroma de un té agrega una nueva dimensión a la degustación de té.
Usar una taza estrecha y cerrar los ojos mientras hueles puede ayudarte a sentir mejor la infusión. Los catadores profesionales de té en realidad presionan sus narices en hojas elaboradas para olerlas.
No tienes que llevarlo tan lejos, simplemente olfatear las hojas está bien, pero oler las hojas puede ser un acto muy agradable e informativo para agregar a tu experiencia de degustación de té.
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Degustación de té: No te olvides de la sensación en la boca
Aunque «sensación en la boca» suena extraño y complejo, en realidad es simple.
Es solo la forma en que el té te hace sentir la 
boca. ¿Deja una capa cremosa, como la leche, o es grasosa? Tal vez es como un caldo rico… ¿o es fino y purificante, como agua tibia? ¿Crea una sensación áspera en la lengua? Después de haber bebido el té, ¿deja la boca seca, húmeda o cubierta? Todos estos sentimientos son parte de la sensación en la boca.
Sentirás esto durante el primer sorbo, pero te recomiendo que primero notes el sabor y luego pases a la sensación bucal más adelante.
Degustación de té: Nota el sabor después de tomarlo
Algunos tés tienen regustores muy breves. Otros, especialmente algunos oolongs artesanales son conocidos por sensaciones que pueden durar una hora o más. Algunos son simples, mientras que otros son complejos y evolucionan.
Ocasionalmente, un té tiene un regusto aún más agradable que el sabor en sí mismo. Si bien es posible que no siempre te guste el regusto de cada té, pero estos pueden ser componentes fascinantes de los sabores y aromas de muchos tés.
Para notar el regusto, abre la boca ligeramente después de haber tomado un sorbo de té. Permite que el aire fluya entre su boca y nariz y presta atención, no solo el sabor sino también el aroma que se desarrolla.
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