¿Qué son las infusiones?
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Las infusiones son una de las bebidas de mayor relevancia en el ámbito mundial. Desde tiempos remotos, la práctica de preparar bebidas con hierbas, mediante la acción del calor para extraerles sus principios activos, constituyó un modo de deleitarse con una fina bebida, a la vez que ayudaba al organismo a reponerse y protegerse del frío invierno o del intenso calor.
Múltiples son las propiedades de estas bebidas que adquieren una connotación especial en la época moderna, como un recurso magnífico para favorecer a nuestro organismo y librarlo de numerosas enfermedades. Por sus propiedades relajantes, antioxidantes y reconstituyentes, además de su agradable sabor y reconfortante aroma, resulta un alimento de alto valor que le permite ocupar un lugar preponderante en la mesa familiar.
¿Dónde se originaron las infusiones?
Después del agua y del café, el té es la bebida más popular de todo el mundo. Parece ser que los primeros usos de las hojas de té como bebida datan del año 500 a.C., cuando en China se utilizaban como bebida medicinal. Sin embargo, existen diferentes leyendas sobre cómo se llegó a este uso.
Según una leyenda china, el descubrimiento de las hojas de té como bebida se atribuye al emperador Shen Nung. Bajo su mandato, toda el agua destinada para consumo humano debía ser obligatoriamente hervida antes del mismo. Un día, mientras descansaba a la sombra de un árbol de té silvestre y esperaba a que su agua hirviese, unas hojas de té cayeron en la misma y se comenzó a hacer la infusión. El aroma hizo que el emperador reparase en ella y se decidiese a tomarla.
Según una leyenda hindú, el hallazgo del té como bebida fue obra del monje Bodhi-Dharma. Este realizaba largos viajes predicando la forma de budismo Zen, lo que le resultaba tremendamente agotador. Siguiendo el consejo de unos sabios decidió infusionar unas hojas del árbol que le habían recomendado (el del té) para recuperarse de su cansancio. Tras probar sus efectos, comenzó a utilizarlo como bebida medicinal.
Como ves, todas estas leyendas tienen un factor en común: la casualidad a la hora de conocer el té como infusión. Lo que sí parece estar claro es que en el siglo XXVII a.C. ya se consumía té en China y en la época de las seis dinastías (589-222 a.C.) comenzó a expandirse su uso como hierba medicinal. Después, el comercio marítimo entre continentes hizo el resto y el té se fue popularizando paulatinamente en todo el mundo, sobre todo por sus usos medicinales.
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Variedades más famosas.
• Manzanilla: Es muy usada para tratar trastornos digestivos leves, indigestión, cólicos, diarrea o gastritis. Sirve también para irritaciones o inflamaciones oculares y se usa para afecciones respiratorias como asma, tos o catarro. Trata el acné y limpia heridas superficiales.
• Menta: Tiene propiedades antisépticas, antiespasmódicas y digestivas. Reduce la flatulencia, ahuyenta los insectos, mantiene el buen aliento y se usa para el catarro y la tos.
• Tilo: La parte medicinal del tilo está en los frutos y las flores. Es sedante y se usa como tranquilizante para el sistema nervioso. Permite mejorar la digestión y ayuda a dormir mejor. Se puede emplear para reducir problemas arteriales, cólicos y dolores menstruales.
• Valeriana: Es muy similar al tilo en cuánto a sus propiedades sedantes y relajantes. Es necesario tener cuidado con la cantidad que se consume porque puede causar una excesiva sedación en el sistema nervioso, bajar la presión arterial y retardar la circulación.
• Romero: Tiene propiedades curativas para el sistema nervioso, refuerza la memoria y mejora la circulación de la sangre.
El empleo terapéutico de las hierbas se conoce desde tiempos inmemorables.
En innumerables documentos chinos y papiros egipcios, en tratados árabes de medicina de la Edad Media, y en los manuscritos de los monjes y frailes del Medievo. Con el nacimiento de la moderna medicina, se sustituyeron los remedios de plantas y tisanas infusionadas, aunque se siguen empleando, como compuestos activos aquellas propiedades de las plantas, bien tengan la calificación de medicinales o no, así como para desarrollar los medicamentos.
Lo cierto es que una tisana o infusión con agua caliente, nos transmite paz, armonía y serenidad para afrontar un nuevo día, para relajarnos al acostarnos, para facilitar una buena digestión, para ayudarnos con su frescor en un catarro… etcétera, saboreando de forma inmediata el principio activo de la misma, el cual nos ayudará en cada momento a sentirnos naturalmente bien.
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