El té, y sus miles de variaciones en todo el mundo, con sabores y aromas exuberantes, es una de las bebidas más populares en la sociedad global moderna.
Sus profundas e intrincadas raíces en las culturas orientales y su popularización en Inglaterra por el rey Carlos II en el siglo XVII hicieron que su notoriedad aumentara, disparando la producción de té en el siglo XIX.
El consumo de té es uno de los hábitos más antiguos, habiéndose arraigado en las creencias espirituales y culturales de muchos países alrededor del planeta.
Echemos un vistazo a algunos de los lugares donde el consumo de té es parte de su cultura, y quizás desees adoptar alguna en tu rutina diaria.
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China, el lugar de nacimiento del té
Índice del artículo
Gracias a la historia de cinco mil años de té presente en la cultura china, se puede decir con seguridad que el Imperio Celestial es verdadero el lugar de nacimiento del té. Sus costumbres siguen vigentes y fuertes hasta el día de hoy.
El consumo de té en China ha sido un estilo de vida durante cientos de años; sin embargo, mucho antes de que se preparara y se tomara por placer, era un alimento básico en la medicina china antigua, y cientos de variaciones de té se utilizaban con fines medicinales. Algunas se extienden hasta la actualidad.
El clima rico y diverso de la tierra permite que crezcan cientos de variedades de té. Con el surgimiento de la dinastía Ming, las casas de té surgieron en todo el país, logrando que el té se convirtiera en un elemento básico de la cultura china.
Patrimonio cultural japonés
Al igual que en China, la preparacion y tomar té están profundamente fijado en el patrimonio espiritual y cultural de Japón. La Tierra del Sol Naciente es el hogar de casas 
de té de fama mundial donde, es común que se sirva té Matcha, una variación de té verde finamente molido, cultivado y procesado para expresar un sabor y aroma verdaderamente únicos.
La cultura japonesa es estricta e inquebrantable, por lo que el proceso de preparación, en sí mismo es una forma de arte, y sigue siendo el mismo hoy como lo fue en el siglo XII.
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Una costumbre moderna en el Reino Unido
El Reino Unido es conocido en todo el mundo por la infinidad de té que tienen, hecho que se remonta al período de la colonización tardía de la India en el siglo XIX. Al exportar varios sabores de té durante casi doscientos años, el té se ha convertido en un elemento básico de la cultura británica moderna, más popularmente retratado por el té de la tarde.
Curiosamente, este fenómeno cultural todavía está presente en muchos hogares y lugares de trabajo en todo el país, a pesar de la naturaleza agitada del estilo de vida moderno.
Una necesidad diaria en India
Contrariamente a la creencia popular, India no es un país nativo del té. Esta bebida se 
popularizó e incorporó a las costumbres y hábitos cotidianos en el siglo XIX, cuando el Imperio Británico, después de dos siglos de gobierno, utilizó el suelo de la India y su hábil clima para abastecer la creciente demanda de té en casa.
A día de hoy, India es el mayor productor y exportador de té en el mundo y es más famoso por su chai o té negro. Esta bebida popular a menudo está impregnada de especias como cardamomo, canela, pimienta, nuez moscada y jengibre. Los vendedores de chai son los más frecuentes de los bazares en todo el país.
Hospitalidad y espiritualidad en Marruecos
La singularidad de la cultura del té marroquí proviene de su popular y profundamente espiritual Touareg, o té de menta, y sus variaciones. Cada paso, desde la forma en que se prepara hasta la forma en que se vierte y se bebe, es una cuestión de cultura y belleza.
El té está fuertemente relacionado con la hospitalidad en la cultura marroquí y se sirve en tres copas altas, cada una de las cuales tiene un sabor y aroma únicos. Mientras bebes, debes reflexionar sobre el significado de la vida, el amor y la muerte, así como en tus propios deseos.
No hay una bebida en el mundo que sea tan famosa o tan profundamente arraigada en diversos patrimonios culturales como el té. Quizás estas ricas tradiciones y costumbres despertarán un deseo en tu propio corazón de descubrir todos los intrincados sabores del té, e incluso hacer que el té forme parte de tu rutina diaria.
