¿Sabías que el té es una de las bebidas más consumidas en el mundo, solo superada por el agua?
Aproximadamente el 60 por ciento de las personas en Europa son bebedores de té, y ese porcentaje es incluso mayor para la generación del milenio. Como nación, es más probable que tomemos nuestro té negro y helado, pero con más de 3.000 variedades de té disponibles, hay una gran cantidad de opciones disponibles.
Y eso no incluye las infusiones de hierbas, también conocidas como tisanas, que en realidad no son tés.
¿Qué es el té?
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Técnicamente, al hablar de té nos referimos a las hojas de una sola planta. Todo el té «verdadero» proviene de las hojas de la planta Camellia Sinensis, un arbusto de hoja perenne originario de Asia.
Esta planta es capaz de proporcionar muchos tipos de té, desde tés negros como el desayuno inglés y Earl Grey hasta tés verdes chinos y japoneses, dependiendo de cómo sea el procesamiento de las hojas.
Los tés negros están oxidados; el mismo proceso que hace que las bananas se vuelvan marrones es cómo las hojas de té adquieren su color oscuro y rico. Con el té oolong, es un proceso que lleva más tiempo, ya que las hojas que se agitan en cestas de bambú para magullar y secar ligeramente las hojas.
Y los tés blancos simplemente se dejan secar, este es el sabor mas cercano al arbusto del té como se puede obtener.
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¿Qué son las infusiones?
También conocidas como tés de hierbas, las infusiones no son en realidad tés (es decir, no 
provienen de la planta de Camelia Sinensis). En cambio, son bebidas hechas de hojas, corteza, raíces, bayas, semillas y especias.
Las infusiones comunes incluyen tila, manzanilla, verbena y rooibos.
Té contra infusiones: cafeína
Otra gran diferencia entre el té y las infusiones es la cafeína. Todos los tés tienen cafeína. La cantidad varía desde un mínimo de 35 miligramos por taza de ocho onzas para el té verde hasta un máximo de 90 miligramos por el negro.
Las infusiones de hierbas, por otro lado, no contienen cafeína, por lo que son ideales para sorber después de la cena.
Como disfrutar de una taza perfecta
Varios tipos de té vienen con sus propios requisitos para remojo. Los tés blanco y verde son mejores con agua más fría y tiempos de remojo más cortos. Si no te gusta el sabor del té verde, quizás puedes estar remojando excesivamente las hojas.
Este debe tener un sabor dulce y vegetal, no amargo. El té negro, por otro lado, puede manejar una temperatura más caliente y un tiempo de remojo un poco más prolongado.
Aún así, el tiempo promedio de preparación del té es relativamente corto, pero ese no es el caso con las infusiones. Mientras que la taza de té perfecta puede tardar dos o tres minutos en remojarse, una infusión de hierbas o tisana tomará entre cuatro y 15 minutos.
El proceso para que se desarrollen los sabores toman su tiempo.
Otro secreto para una tisana perfecta es usar agua hirviendo y mantener tu taza o tetera cubierta mientras se está preparando. Esto preservará el calor y evitará que esos maravillosos aromas se escapen.
¿Té o infusión? ¿Cual prefieres? ¡Dinos en los comentarios!
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