Ingredientes
Para la masa
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500 g de harina de fuerza
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100 g de azúcar
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2 huevos (a temperatura ambiente)
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80 g de mantequilla (blanda, no derretida)
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25 g de levadura fresca
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150 ml de infusión concentrada de té negro con caramelo y fresas (Teterum)
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Ralladura de 1 naranja
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Ralladura de 1 limón
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1 cucharada de miel suave (azahar o mil flores)
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1 pizca de sal
Para decorar
Elaboración
Primero, el té
Pon 3 cucharaditas (6–7 g) de té en 200 ml de agua caliente (90–95 ºC, sin hervir).
Infusiona 3 minutos, cuela y deja templar.
Mide 150 ml para la receta. No añadas azúcar.
Luego, la masa
En un bol grande mezcla la harina, el azúcar y la sal.
Añade los huevos, la miel, las ralladuras y los 150 ml de té templado.
Desmenuza la levadura encima y mezcla hasta que se junte todo.
Amasa 5 minutos.
Incorpora la mantequilla poco a poco y sigue amasando 8–10 minutos, hasta que la masa esté lisa y elástica (ligeramente pegajosa).
Primer reposo
Forma una bola, tapa y deja fermentar 90 minutos, hasta que doble su tamaño.
(Opcional pero recomendado: 30 minutos en nevera después de este levado).
Forma el roscón
Desgasifica suavemente, haz un agujero en el centro y forma el roscón.
Pásalo a una bandeja con papel de horno y deja reposar 45–60 minutos.
Pinta con el huevo batido.
Decora con el azúcar humedecido, la almendra y la fruta.
Hornea a 180 ºC (calor arriba y abajo) durante 20–22 minutos.
Si se dora rápido, cúbrelo con papel los últimos minutos.
Al salir del horno (truco para que quede más rico)
Pincela con un almíbar ligero (20 g de azúcar + 20 ml de agua, caliente).
Deja templar antes de cortar.
Este roscón tiene un pequeño truco: cuanto más se alarga la sobremesa, mejor sabe. Si desaparece rápido, es buena señal. Y si alguien pide la receta, ya sabes que has hecho algo bien.