Cuando encontramos algo nuevo que queremos agregar a nuestras vidas, es normal que también deseemos compartirlo con otros. Empieza casi como una obsesión a veces, como si estuviéramos «difundiendo el evangelio».
El té también tiene ese efecto en nosotros, especialmente un buen té.
Nosotros, los bebedores de té, tenemos una manera de apasionarnos tanto por el té y de tener todos los utensilios y métodos sofisticados y ahora solo buscamos personas para introducir a este maravilloso mundo de té.
Para que logres este objetivo con exito, veamos algunos concejos básicos que hacen que sea más probable que te escuchen y, con suerte, también comiencen a probar el té ellos mismos.
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Paso 1: Encuentra un gran té que realmente valga la pena compartir.
Si deseas convencer a alguien de que viajar es excelente, no los vas a llevar a un lugar sin 
buenos lugares turísticos. Darle una buena oportunidad al té también es importante. El té Pu-Ehr es genial, pero quizás no percibas esa sensación cuando se trata de una versión vieja mal procesada.
Por tu propio bien y el de tus amigos, compra y bebe un excelente té. Dale un poco de tiempo de prueba cuando te sientes con cada té. Y si todavía estás loco por el nuevo té después de unos días, entonces este es un buen té para regalarle a un amigo.
Trata de presentar un té que también les guste. Si sabes que aman las bebidas dulces pero nunca han probado el té, tal vez sea mejor ofrecerles un té más dulce desde el principio. Si les gusta el té, dales una bolsa para llevar a su casa, así logras que lo disfruten y estudien por su cuenta.
Paso 2: Educar sin intimidar.
Entonces, ¿sabes la altitud exacta de la montaña y la precipitación anual de la región? Estupendo. Sin embargo, cuando nos sentamos a conocer algo nuevo, queremos que la información sea accesible y no abrumadora.
Claro, hágales saber que el mundo del té es mucho más grande que esta taza o esta variedad, pero también llevarlo a un nivel con el que puedan relacionarse. Muéstreles lo que el té puede hacer por ellos. Póngales un gran té Pu-Ehr y pregúntales cómo se sienten ahora en comparación con unos minutos atrás. ¿Más tranquilo? Revuelve un té de matcha y pregúnteles si sienten que tienen más energía.
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Una vez que vemos el té como algo más que una bebida, comienza a asimilarse. «Guau, todo este asunto del té es más de lo que pensé que era». Ese es un gran lugar para comenzar. Planta la semilla y está allí para regarla en el camino. Definitivamente tendrán preguntas, y será divertido cuando comiencen a hacer compras de té por su cuenta para compartirlas más tarde también.
Paso 3: Mejora el momento con té.
El té es mucho más que una bebida, es realmente un estilo de vida. Es un momento de 
calma por la tarde. Es un respiro antes de una gran reunión o una pausa después de un largo día.
El té ha sido servido miles de millones de veces para que extraños se encuentren con extraños o padres se reunan con sus hijos. Mostrar a tu amigo que el té es en realidad un evento es enorme.
Encontrarán una nueva bebida que es mucho más honesta que ninguna otra. Es más emocionante que el agua, más humilde que el café y más honesto que el licor. Compartir té con alguien es diferente a cualquier experiencia. Comparte este momento con su amigo y observa lo que sale, y tal vez se lo señale a ellos para que vean la belleza en la conversación y la claridad mental que surgió de este momento.
Recuerda, la clave es encontrar un buen té primero y asegurarse de que esté limpio y que valga la pena compartirlo. Al compartir té, tendrás una nueva y hermosa conexión con alguien que de otro modo no tendrías.
