Ya sabemos que beber té puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2.
Ahora, en un estudio publicado en el British Journal of Ophthalmology, los investigadores encontraron un fuerte vínculo entre las personas que beben té caliente a diario y las menores probabilidades de desarrollar glaucoma.
Esa enfermedad del nervio óptico del ojo afecta a unos 3 millones de personas solo en Estados Unidos y es una de las principales causas de ceguera.
En el estudio, los investigadores de UCLA revisaron extensos cuestionarios de salud y dieta de 1.678 hombres y mujeres que participaron en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición.
Entre quienes consumieron al menos una taza de té caliente por día, las probabilidades de tener glaucoma fueron un 74 por ciento más bajas que las de quienes no bebían té.
«La evidencia ha demostrado que los antioxidantes en el té están asociados con factores de riesgo de enfermedad cardíaca reducidos y posiblemente cáncer, estos nuevos hallazgos podrían mostrar otra conexión a una mejor salud» dice Amy Keating, dietista miembro del grupo de investigadores.
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Resultados inesperados
El estudio fue diseñado para observar las conexiones entre las bebidas con cafeína y el 
glaucoma. Algunas investigaciones anteriores han demostrado que los bebedores de café tienen un mayor riesgo de glaucoma, y otra investigación ha demostrado lo contrario, de acuerdo con Anne Coleman, M.D., Ph.D., investigadora principal y directora de UCLA Mobile Eye Clinic.
En este estudio reciente, sin embargo, no se observaron vínculos entre el consumo de café y el glaucoma.
Sin embargo, se encontró que el té caliente tenía un beneficio potencial. (El té helado, el té descafeinado y cualquier tipo de refresco parecían no tener relación con el cambio del riesgo de glaucoma).
Si bien este estudio muestra una asociación entre el consumo de té y el menor riesgo de glaucoma, no prueba que el té sea preventivo contra la enfermedad.
Puede que haya otros factores de estilo de vida en estas personas que toman té diariamente que no hayan tenido en cuenta en este estudio.
Y debido a que los cuestionarios se informaron por sí mismos, y los participantes describieron la conducta recordada del año anterior, no hay forma de garantizar la precisión de sus respuestas.
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Cómo el té puede ayudar
El té contiene polifenoles, que son antioxidantes que pueden ayudar a proteger y reparar el 
daño celular. Se cree que estos compuestos contribuyen a otros beneficios para la salud del té, y en este documento, los investigadores especulan que también pueden desempeñar un papel en el glaucoma.
El café también contiene polifenoles, pero son diferentes de los tipos que se encuentran en el té. Esto podría ayudar a explicar por qué el café no tuvo el mismo efecto sobre el riesgo de glaucoma, según Coleman.
El té descafeinado y el té helado pueden tener niveles más bajos de polifenoles que el té caliente, por lo que es posible que no se hayan asociado con un menor riesgo de glaucoma.
Cabe señalar que este estudio no diferenció entre los tipos de té (es decir, negro, verde, blanco) o la cantidad de té que se consume diariamente.
Por lo tanto, aunque las conexiones entre el té y el glaucoma aún se están explorando, beber una taza diaria, incluso dos o tres, es sin duda una opción saludable.
«Hay poco inconveniente en agregar té a su dieta diaria», dice Keating.
